LA MIGRAÑA
La
migraña no es un dolor de cabeza común, es un padecimiento complejo producido
por una alteración circulatoria en la cabeza, el cuello o los hombros, la cual consiste
en la contracción y la relajación de los vasos sanguíneos. Los síntomas de la
migraña son muy específicos y generalmente son: dolor en una zona específica de
la cabeza (generalmente de un solo lado), pulsaciones, sensibilidad al ruido, sensibilidad
a la luz y a ciertos olores; náuseas, vómitos y alteraciones de la visión.
En
algunos casos la migraña es hereditaria, pero también puedes ser causada químicamente
por sensibilidad a algunos alimentos y sustancias que alteran los niveles de
transmisores cerebrales en la sangre o por causa de alteraciones hormonales
femeninas producidas durante la menstruación, la menopausia, el embarazo o por
consumo de anticonceptivos.
Entre
los factores físicos que pueden desencadenar la migraña se encuentran: la
desviación de vertebras cervicales (del cuello), la tensión en el cuello y los
hombros causada por estrés y exceso de trabajo y las malas posturas, la falta
de ejercicio y la falta o el exceso de sueño, además de los factores
emocionales como la angustia, la ira y la ansiedad.
En
el ámbito de la medicina convencional el médico puede prescribir tratamientos
analgésicos y medicamentos que contribuyen a reducir o a suprimir los niveles
de serotonina en la sangre y dependiendo de la intensidad del dolor los
medicamentos pueden ser administrados por vía oral, intramuscular o hasta intravenosa;
sin embargo existe la posibilidad de complementar los tratamientos médicos con terapias
alternativas, para conformar todo un tratamiento integral que vaya desde la
prevención del dolor, hasta la reducción de su frecuencia y su intensidad.
La
clave para que una terapia alternativa tenga efecto positivo sobre el paciente
con migraña es la prevención de la crisis y para ello es altamente recomendable
hacer algunos pequeños ajustes en nuestra vida diaria. Es conveniente llevar una
terapia nutricional permanente, una rutina breve de ejercicio diario y además, conocer
un poco de aromaterapia y herbolaria básica.
Terapia
nutricional: A las personas que padecen migraña se les recomienda no consumir
alimentos industrializados ya que estos contienen conservadores, colorantes,
saborizantes y endulzantes artificiales cuya asimilación digestiva podría producir
en nuestro cuerpo algunas de las sustancias precursoras de la migraña. Tampoco
es aconsejable consumir cafeína, alcohol y chocolate, así como tampoco es
recomendable pasar periodos prolongados de tiempo sin comer.
Terapia
de herbolaria y aromaterapia: La manzanilla es una de las plantas que puede
ayudar a prevenir una crisis de migraña. Se puede consumir en infusión (té) o
masticar las hojas frescas. Entre las esencias aromáticas que pueden emplearse
para dar masaje corporal y que reducen la crisis están: lavanda, manzanilla,
menta, albahaca y eucalipto.
Técnicas
de autoayuda: Con aceites preparados a partir de las esencias mencionadas,
nosotros mismos podemos ayudar a nuestro cuerpo a atajarse de la migraña. Dar
un masaje suave en el cuello, la cabeza y la cara son una buena alternativa,
así como cambiar la actividad que estamos realizando, salir a caminar un
momento, tomar agua fresca y usar un poco de hielo para refrescar la cabeza.
Es
muy importante tener en cuenta que la estabilidad emocional es un factor
relevante para le prevención de la migraña, así que las recomendaciones también
incluyen el favorecer los sentimientos positivos y eliminar o retirarse de los
sentimientos negativos, sobre todo los gratuitos.
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