En México nunca hemos abandonado el
uso de las plantas medicinales, nuestro conocimiento acerca de las prácticas
curativas a base de plantas lo hemos heredado a través de todas las generaciones
que nos han precedido. Casi de forma automática, pero muchas veces muy
conscientes de ello, cuando tenemos la oportunidad de cultivar plantas en
nuestro entorno (huerto, solar, jardín o en el patio de la casa), en lo primero
que pensamos es en una matita de ruda, de hierbabuena, de romero, de sábila o
de cedrón; para tener un tecito cuando duele el estómago, para curar las
heridas, para sanar los dolores musculares y más.
Para los científicos y los médicos que
se han dedicado a estudiar esta parte de nuestra cultura, es muy importante
averiguar en cada comunidad o en cada región, qué plantas son las que más les
importan a las personas que allí viven, cómo las llaman, cómo se usan, qué
partes de las plantas son las sirven para cada remedio y de dónde y cómo se
obtienen. A este conjunto de conocimientos se le conoce formalmente como
etnobotánica y se refiere, en pocas palabras, a la relación de la gente con las
plantas.
En México existen importantes estudios
etnobotánicos, los cuales han sido realizados a nivel de todo el país o de algunas
regiones o culturas, lo que ha dado como resultado el saber que México cuenta
con más de 4500 especies de plantas medicinales, sólo por debajo de China, que
ha registrado 5 mil especies medicinales.
Los estudios etnobotánicos son
importantes para organizar nuestro conocimiento y para organizar la manera en
que habremos de aprovechar y conservar nuestros valiosos recursos vegetales.
Por lo tanto, es de gran importancia comenzar a trabajar en esta tarea, y en
nuestro entorno más cercano: Cadereyta (que no cuenta con estudios publicados
sobre este tema).
Con la finalidad de explorar en esta
materia, la autora ha efectuado encuestas preliminares entre adultos mayores (como
el inicio de un estudio etnobotánico completo sobre “Las Plantas Medicinales de
Cadereyta”), cuyos resultados son los siguientes: De 50 personas entrevistadas
hasta ahora, todas ellas dicen usar las plantas medicinales, y mencionaron conocer
33 especies. De este total, 17 especies (51%) son mexicanas, mientras que el
resto, son principalmente de origen europeo; 21 especies (63%) son cultivadas
en los huertos o cosechadas en las áreas cercanas a las casas de los
entrevistados, el resto las compran en el mercado. En cuanto a las enfermedades
que atienden con sus plantas, los problemas digestivos son los más comunes de
tratar (diarrea, cólicos y estreñimiento), después los problemas respiratorios
y también diversos daños de la piel (desde quemaduras hasta la caída del
cabello).
Por otra parte, destaca el hecho de
que ahora estas personas buscan nuevos conocimientos sobre plantas medicinales para
el tratamiento de problemas como la hipertensión y la diabetes, problemas de
salud cuya incidencia ha incrementado entre nuestra población en los últimos
años.
Los resultados de la encuesta son
prometedores, el conocimiento tradicional está muy presente entre nosotros y se
hace evidente la necesidad de contar con resultados más profundos, quizá llegar
a contar con una guía fotográfica de nuestras plantas medicinales, un recetario
y un manual de cultivo.
La investigación etnobotánica es sólo
el primer paso para lograrlo.
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