Azucenas, Tulipanes y Mayitos


 Una vez que comienza la primavera, en Cadereyta es muy común presenciar la llegada de las azucenas al mercado y a los expendios locales de plantas y flores. En esta época se refrenda la afición y renace el fervor de muchas coleccionistas de azucenas que habitan en nuestro entorno.
En nuestro paisaje urbano de primavera ya no pueden faltar estas atractivas flores, que en muchos casos son motivo de orgullo y hasta de devoción, pues a propósito los portones de las casas se abren de par en par para mostrar la colección, o son colocadas las macetas muy cerca de las ventanas y de las puertas para que todos podamos admirarlas y hasta envidiarlas; más aún, son incorporadas a los altares del Viernes de Dolores como un toque de máxima belleza y solemnidad. El objetivo es mostrar la floración pacientemente esperada y procurada durante todo un año.
Esta pasión por las azucenas no es exclusiva de nuestras coleccionistas cadereytenses, pues resulta que en algunos países de Europa y en Estados Unidos se ha puesto de moda la presencia de las azucenas, sin embargo, esto curre durante la temporada navideña y a la par del uso de las flores de Nochebuena. La razón de esta novedad navideña es que en los países del norte existen muy pocas flores que puedan utilizarse para decorar los interiores en temporada de frío, y resulta que los bulbos (o camotes) de las azucenas pueden adaptarse fácilmente para florecer durante el invierno (dependiendo de la época en que se siembren). Lamentablemente, y como parte de la cultura consumista de muchos países altamente capitalistas, estos bulbos son desechados una vez que termina su floración, al contrario de lo que ocurre con nuestro espíritu coleccionista provincial, que nos motiva a conservarlos y a protegerlos como un tesoro en espera de su floración anual.
Hippeastrum es el género botánico al que pertenecen estas plantas que tanto admiramos, y del cual se conocen cerca de 50 especies distintas, todas ellas originarias de la región tropical de América, desde el sur de México (Chiapas) hasta el norte de Argentina, con la mayor concentración de especies entre Brasil, Bolivia y Perú.
En México existen algunas especies en estado silvestre, pero éstas no corresponden con las que se comercializan a nivel global, ya que las plantas que se producen para la venta a nivel nacional e internacional proceden de híbridos seleccionados a lo largo de mucho tiempo para su producción masiva, y de los cuales se han preferido los bulbos que muestran mayor capacidad de floración y los que tienen las flores de mayor tamaño, así como los colores más variados y exóticos.
Las azucenas son plantas que se cultivan en todo el mundo, pero la mayor producción para las ventas de mayoreo y para la exportación ocurre en Brasil, bajo el auspicio de empresas europeas, principalmente holandesas, especialistas en la producción de plantas bulbosas (como los tulipanes), que en su propio país no pueden generar producción masiva durante todo el año, debido a su intensa temporada de frío, pero sobre todo, por la limitada cantidad de sol que reciben en sus territorios. De esta manera, podemos ver que los holandeses continúan apropiándose de las plantas del mundo para sostener su mercado más emblemático, ya que debemos saber o recordar, que los tulipanes no son holandeses, sino plantas originarias de Medio Oriente.
Por si esto fuera poco, y con respecto a las azucenas, debemos saber que también tienen propiedades medicinales, las cuales han sido evaluadas y comprobadas a nivel científico, pues existen estudios en los que se ha demostrado que los compuestos químicos que se encuentran en sus bulbos tienen propiedades como antiparasitarias, antibióticas y como psicofarmacos.

Finalmente y como dato para reflexionar, debemos saber que los floricultores holandeses siguen buscando plantas bulbosas del mundo para enriquecer y diversificar su mercado, y que entre sus principales objetivos están nuestros “humildes” mayitos (Zephyranthes spp.). Mismos que en un futuro no muy lejano también se pondrán de moda en el mundo y motivarán la creación de nuevas colecciones en nuestra propia tierra semidesértica.



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