Gas de lutitas (parte 2)
Cuencas de Lutitas en México Naranja: Cuencas probadas de Gas Shale Amarillo: Cuencas potenciales Tomado de: Centro Queretano de Recursos Naturales CQRN Facebook |
El gas de lutitas o gas shale es un
tipo de hidrocarburo gaseoso que se encuentra embebido en rocas (llamadas
lutitas) que se formaron hace millones de años por acumulación de materia
orgánica en fondos marinos someros o grandes lagos.
Las cuencas de lutitas en México
abarcan una amplia región del norte de nuestro país y una parte de la costa del
Golfo de México, de los cuales se han explorado y comprobado los yacimientos de
gas en los estados de Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas y Veracruz, faltando por
comprobar su existencia en otras regiones aledañas, entre las que se encuentran
la Huasteca Potosina y la Sierra Gorda Queretana.
La creciente promoción del gas de lutitas
como una solución para el déficit de energéticos a nivel global ha generado un
amplio debate sobre los aspectos más controversiales de su procedimiento de
extracción y de sus desventajas de uso, los cuales son principalmente de tipo
ambiental, regulatorio y económico.
Un hecho irrefutable es que el
procedimiento que se usará para la extracción del gas shale es la fracturación
hidráulica o fracking.
Este procedimiento implica el uso de
grandes cantidades de agua, entre 9 y 29 millones de metros cúbicos por cada
pozo (según datos de Greenpeace), mismos que podrán ser fracturados hasta por
18 veces. Este dato resulta aún más alarmante si pensamos en que los pozos se
abren en bloque, unos muy cerca de otros. Todavía más preocupante es el hecho
de que el agua lleva arena y sustancias químicas, algunas de las cuales pueden
parecer inofensivas, como la sal, pero muchas otras pueden resultar tóxicas,
alergénicas y hasta cancerígenas como el ácido clorhídrico, sin contar con que
otras de ellas nunca sabremos cuáles son, porque su uso está catalogado como
“secreto comercial”.
En Estados Unidos, el auge de la
extracción del gas shale se ha dado en cuencas que además de lutitas, tienen
agua, mucha agua. Por ejemplo, en la región de Los Grandes Lagos, en los estados
de Ohio y Pennsylvania. Allí el agua no es motivo de crisis por escasez, sin
embargo a los pobladores locales les preocupa intensamente la contaminación de
sus reservas de agua potable y exigen a sus gobiernos ser muy estrictos en la
regulación de daños ambientales, y aún así, los problemas por contaminación del
agua ya se han presentado.
Las preguntas fundamentales en este
tema para México, son: ¿Nos alcanza el agua potable para compartirla con los
pozos de gas shale?, ¿Qué necesitamos con más urgencia, el agua o el gas más
barato? Y ¿Lograremos la regulación ambiental adecuada para proteger nuestra ya
escasa agua potable?
Las respuestas son muy claras:
actualmente el agua potable no es suficiente en ningún estado del país, y por
otra parte el día de hoy vemos la falta de dureza en la autoridad ambiental
mexicana que pide “no satanizar” la contaminación del Río Sonora con sustancias
tóxicas provenientes de una gran minera, en lugar de investigar y sancionar a
los responsables, como lo señala la ley. Por si esto fuera poco, además esa
misma autoridad permite el establecimiento de minas, presas y caleras en sitios
de especies amenazadas y otras autoridades que promueven la siembra de especies
invasoras (sábilas) en sitios de fragilidad ambiental, como el Semidesierto
Queretano, dizque para el control de la erosión ¿Vamos entonces a confiar en
que aplicarán la ley para evitar que se contamine el agua por los pozos de gas?
Desafortunadamente la controversia no
se limita al tema del agua y la regulación ambiental, los otros problemas
graves son la propiedad y el uso de la tierra y la deriva económica que
resultará del uso de esta nueva fuente energética.
Culturalmente en México no nos extraña
la posibilidad de que la tierra sea de propiedad colectiva ya que existen los
ejidatarios y los comuneros, de la misma manera, nuestra cosmovisión ancestral
nos permite entender que la tierra, el agua, los bosques, la fauna y otros
elementos naturales no tienen dueño y que si pensamos en los usos de la tierra,
pensamos en la agricultura, en la ganadería y en otras actividades similares.
Sin embargo, ahora y por decreto, la actividad económica prioritaria en el
campo será la extracción de petróleo, gas, aguas termales, agua (para el
fracking) y recursos minerales, por sobre cualquier otra actividad agropecuaria
o forestal; lo cual podrá hacerse efectivo mediante la “ocupación temporal de
la tierra”, por parte de las empresas que deseen hacer la explotación. ¿Cuántos
terrenos de nuestro Semidesierto Queretano estarán en riesgo de ser explotados
bajo este modelo? Muy pronto lo sabremos.
Son cambios radicales en nuestra
concepción tradicional del mundo, diseñados para la obtención de gas y petróleo
más baratos. Si realmente van a resultar más baratos los energéticos obtenidos
bajo este nuevo modelo ¿cree usted que realmente nos costarán más baratos en
nuestros recibos domésticos? La respuesta más viable es NO. La razón es muy
sencilla: estos energéticos “baratos” se destinarán de manera prioritaria a las
empresas, a la industria y a la exportación.
La pregunta final es ¿Y cómo nos vamos
a defender?
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