Piojos
En
charlas recientes con amigas, clientas y colegas, ha surgido reiteradamente el
tema de los piojos. Como una mera sensación basada en nuestras percepciones y
en la frecuencia con la que las mamás hablan de contagios en las escuelas de
los niños, hemos llegado a la conclusión de que la infestación está ocurriendo
con mayor frecuencia y con mayor intensidad en estos últimos tres o cuatro años,
incluso en temporada invernal, que es cuando se supone que este padecimiento
podría disminuir su incidencia.
Es
por esta razón, que ahora se hará una pequeña recopilación de las
recomendaciones con las que algunas mamás han obtenido resultados favorables en
el tratamiento, ya que muchas de ellas también coinciden en que los productos
médicos no surten los efectos esperados, y que no desean aplicar sustancias
químicas (pesticidas) a las cabecitas de los amados pequeños y mucho menos a
las cabelleras de las hermosas princesas.
Medicamente
se le llama pediculosis a la infestación por piojos. Los piojos son insectos
parásitos de la piel, que no poseen alas y que no pueden vivir fuera de su
huésped. Los adultos pueden vivir hasta 35 días y las hembras pueden depositar
desde 2 hasta 10 huevecillos (liendres) por día.
Las
liendres están protegidas por una cubierta llamada quitina, que protege a los
embriones de la sequedad y que al mismo tiempo los adhiere al cabello.
Los
piojos se alimentan directamente de vasos sanguíneos a través de un estilete,
que es una especie de popote que sale desde la faringe del insecto.
Sin
alimentarse, un piojo puede vivir sólo uno o dos días fuera de su huésped.
Durante
el invierno la incidencia de este padecimiento puede disminuir, debido a que la
fecundidad de la hembra disminuye; sin embargo, aún durante esta temporada de
frío muchas madres están padeciendo por la infestación de los niños, y es
necesario que tomemos nuestras precauciones antes de que comience la temporada
de calor, ya que seguramente se incrementará su incidencia.
Antes
de comenzar con las recomendaciones es muy importante aclarar que este
padecimiento no tiene nada que ver con la higiene de las personas, ni con su
condición social, ni mucho menos con su origen geográfico. Los piojos son muy
democráticos y sin duda les gustan los niños limpios y hasta los adultos de
cualquier edad; de preferencia personas con cabello delgado, ya que en el
cabello grueso las hembras de los piojos parecen tener una mayor dificultad
para depositar sus huevecillos. Lo cierto es que en nuestra cabeza tenemos
cabellos de diferentes grosores.
Entre
las recomendaciones empíricas y alguno que otro estudio científico recopilado,
podemos resumir los siguientes consejos prácticos.
El
aceite de coco, aplicado generosamente en toda la cabeza y reposado por unos 20
minutos con la cabeza cubierta, parece sofocar a los individuos juveniles y a
los adultos. Si a ese aceite de coco se le añaden unas 10 gotas de aceite de
árbol de té (tea tree), el resultado es aún más favorable.
Usar
productos a base de aceite de coco como champú, enjuague y jabones también es
una recomendación que hacen algunas expertas, tanto mamás como princesas.
Para
desprender las liendres que están fuertemente adheridas al cabello, recomienda
el uso de vinagre, que suaviza la capa de quitina. La recomendación es: usar una
mezcla de media taza de vinagre de manzana en un litro de agua para remojar
antes de peinar con el peine especial.
Las
infusiones de hierbas como el eucalipto, el romero, la lavanda y otros
productos que las abuelas usaban para este tratamiento, como el hueso de
aguacate, el árnica y el epazote, también tienen efecto positivo como
insecticidas naturales, al grado de que se usan como insecticidas orgánicos
para hortalizas y huertos urbanos. Y hasta alguna variedad de árnica ya ha sido
probada en laboratorio contra este tipo de insectos con resultados
esperanzadores.
Para
el caso de querer probar tratamientos naturales, las artesanas cadereytenses de
la cosmética natural tienen una alternativa que sería muy bueno intentar, ya
que ellas elaboran un champú a base de estas plantas especiales para los piojos,
y lo distribuyen en las carretas del jardín principal.
Champú a base de plantas utilizadas en la medicina tradicional mexicana para el tratamiento o control de los piojos
Aceite esencial de Tea Tree o Árbol de Té |
Ante
todo, los productos naturales serán nuestra primera alternativa, ya que no
queremos usar indiscriminadamente sustancias como el malatión y las piretrinas
que son algunos de los activos presentes en los productos farmacéuticos.
Mientras
tanto, la prevención es la mejor herramienta para evitar que la infestación
prolifere en esta próxima temporada de calor. Revisar a los niños
constantemente, avisar sin pena y sin temor a otras mamás en cuanto aparezcan
los parásitos, actuar con los remedios caseros, no discriminar a los niños
infestados y mucho menos, atacarlos y violentarlos.
La
pregunta que aún queda en el aire y que ha suscitado más conjeturas entre las
expertas consultadas es: ¿por qué ahora percibimos mayor presencia de los
piojos que hace unos 10 años?
Las
respuestas aventuradas fueron las siguientes:
a) Mala
o deficiente alimentación de los niños, b) mayor estrés por las crisis de sus
padres (ambas se traduce en depresión del sistema inmune del cuerpo), c) un efecto
ante el cambio climático, d) resistencia de los piojos a los productos químicos o
producida por sustancias químicas liberadas al ambiente.
No
sabemos nada todavía, pero estaremos ocupadas en averiguarlo.
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